¿Que tienen en común y en que se diferencian estos tres compuestos?
Quiero comenzar siendo transparente sobre mi enfoque en este tema. Está claro que, aunque la cosmética es una pasión para muchos, no deja de ser un negocio como cualquier otro. En este contexto, frecuentemente se busca reemplazar ingredientes que han adquirido una mala reputación debido a la opinión pública con alternativas poco conocidas pero sustancialmente similares. Un ejemplo de esto es el cambio de los sulfatos a los sulfonatos, donde lo que se ofrece como una alternativa "libre de sulfatos" muchas veces termina siendo más de lo mismo (esto lo abordaré en profundidad en una futura entrada).
Este fenómeno no es exclusivo de los sulfatos; lo hemos visto repetirse en varios componentes utilizados en productos de belleza y cuidado personal.
En esta entrada, abordaré cómo el Butylene Glycol ha emergido como una alternativa popular al Propylene Glycol, que ha sido criticado y a menudo difamado. Aquí no vengo a hablar mal de nadie, simplemente quiero poner el tema sobre la mesa. Analizaré estos dos compuestos junto con el 1,3-Propanediol para descubrir qué tienen en común y en qué se diferencian realmente, desmitificando percepciones y proporcionando un entendimiento más profundo de sus usos y beneficios en la cosmética.
Si estás involucrado en la cosmética, es muy probable que hayas visto el Propylene Glycol listado en muchos INCI. Aunque tal vez no lo hayas usado directamente como ingrediente, seguramente lo has encontrado como componente en otros ingredientes, dado que es un excelente solvente. Este compuesto se utiliza frecuentemente para extraer compuestos activos de plantas debido a su eficacia como solvente. Además, actúa como humectante y tiene la capacidad de estabilizar emulsiones. Sin embargo, su uso es cuestionado debido a su origen mayormente petroquímico y su potencial irritante en algunos casos. Como dice el dicho, "cuando el río suena, piedras trae", este refrán aplica bien al Propylene Glycol y a muchos otros ingredientes que, con el tiempo, han acumulado cierta mala fama. Por esta razón, la industria cosmética ha estado activamente en busca de alternativas para esquivar estos cuestionamientos, ese es el problema, los busca más para esquivar que para dar alternativas realmente mejoradas en cuanto al cuestionamiento. Así es como ha surgido el Butylene Glycol como sustituto, aunque en rigor, este representa más de lo mismo.
Con esto, no pretendo emitir juicios, sino presentar los hechos para que cada quien pueda hacer sus propias elecciones informadas. En este contexto, los actores más honestos de la industria han optado por promover el 1,3-Propanediol, especialmente cuando proviene de fuentes verdes, como una alternativa genuina al Propylene Glycol. Sin embargo, lo que más se observa en el mercado es el uso del Butylene Glycol, que, a pesar de tener la capacidad de ser derivado de fuentes sostenibles, frecuentemente no lo es. La falta de especificación por parte de los fabricantes sobre el origen del Butylene Glycol deja a los consumidores sin saber si están eligiendo un ingrediente verdaderamente más verde o simplemente más de lo mismo.
¿Bueno y que tienen en común y de diferente estos tres compuestos?
En la tabla a continuación lo pueden revisar.