La opulencia oriental: de Guerlain a Kurkdjian

En la última década, el perfume ha dejado de ser un simple accesorio para convertirse en una verdadera declaración de carácter. Y no hay mejor ejemplo de esta transformación que el auge de los orientales modernos: perfumes construidos sobre estructuras clásicas de oud, ámbar, resinas y cuero, pero reinterpretados bajo una estética europea donde el exceso se controla, se pule... 

Sin embargo, este diálogo entre Oriente y Occidente no es nuevo. Ya en 1889, Guerlain lanzaba Jicky, considerado por muchos el primer perfume moderno y también el primer oriental: una mezcla visionaria de lavanda y cítricos sobre una base de vainilla, tonka y civet.
Este perfume sentó las bases de lo que hoy entendemos como sensualidad perfumada, evolucionando en la maison con hitos como Shalimar (1925), la reina indiscutida de los orientales clásicos.

Con el paso del tiempo, esa sensualidad oriental adquirió nuevos lenguajes: más oscuros, más densos, más provocadores. Y en la última década, casas de nicho y diseñadores han llevado ese legado a territorios contemporáneos y sofisticados.

¿Por qué ahora? ¿Y por qué aquí?

Podríamos pensar que esta tendencia llegó tarde a nuestro país. Pero quizás simplemente maduró el gusto. Comenzamos a aburrirnos de lo mismo.
A medida que tenemos más acceso a información, a referencias olfativas diversas y a mayor libertad para decidir cómo queremos oler, también crece el interés por aromas más complejos, intensos y con carácter.

Eso sí: los perfumes orientales de hoy no son los mismos que los de hace 20 años. Se han occidentalizado.
La opulencia sigue ahí, pero más medida. Las marcas europeas han tomado notas orientales y las han vestido con una estética más limpia, elegante, menos densa.
Oud for Greatness, por ejemplo, es una muestra clara de esta mezcla: oud trabajado con especias, flores y almizcles modernos; una composición opulenta pero al mismo tiempo suave y cero punzante.

Los nuevos orientes: París, Londres y el arte del exceso contenido

Marcas de nicho como Maison Francis Kurkdjian, BDK Parfums, Memo Paris, Initio o el ultra lujo británico de Roja Dove, han llevado esta riqueza olfativa a niveles de elegancia absoluta.

Diseñadores como Tom Ford o Yves Saint Laurent también han apostado por fórmulas densas, construidas con maderas ahumadas, flores oscuras, cuero y especias como el azafrán, todo envuelto en una estela lujosa, duradera y provocativa.

Algunos ejemplos clave de esta estética oriental refinada:

Oud Satin Mood – MFK: el oud se viste de violeta y vainilla con una suavidad imposible.
Notas de salida: rosa damascena de Bulgaria, violeta, fresa.
Corazón: rosa turca.
Fondo: oud, vainilla, ámbar, benjuí, caramelo y cedro.

Gris Charnel – BDK: té negro, higo y sándalo envueltos en un velo oriental moderno y urbano.

Tobacco Oud y Tuscan Leather – Tom Ford: cuero curtido, maderas y dulzor perfectamente equilibrados.

Cuir Zerzura – Armani Privé: cuero orientalizado, pero sorprendentemente fresco y verde.

La Capitale – Xerjoff: una mezcla excéntrica de fresa, ámbar y cuero.

Symphony – Louis Vuitton: arquitectura moderna donde el ámbar y el jengibre brillan.

Enigma y Amber Aoud – Roja Parfums: opulencia absoluta, con ámbar, tabaco, especias y sensualidad animal.

Dubai Next to Me – Ramón Monegal: oud sofisticado y envolvente donde el azafrán se entrelaza con rosas oscuras, incienso y maderas ahumadas. Oro líquido con acento español y estética internacional.

Naxos – Xerjoff: tabaco dulce, miel, lavanda y cítricos italianos se funden en una estela poderosa y sensual. Orientalismo barroco con alma mediterránea. Seduce sin pedir permiso.

Alhambra Oud – Ramón Monegal: un homenaje al legado andalusí, donde el oud se encuentra con un acorde de ámbar y rosas, intensificado por toques de cuero, azafrán y maderas cálidas. Místico, elegante y profundamente evocador.

Cooltiva y el diálogo Oriente–Occidente

En Cooltiva también hemos querido explorar este diálogo entre Oriente y Occidente, incorporando inspiraciones que pertenecen a esta familia olfativa oriental opulenta:

Ombre Leather – Tom Ford
Familia olfativa: Cuero Oriental
Notas de cuero negro, ámbar, jazmín sambac y cardamomo.
Elegante, oscura y adictiva. Una bomba sensorial.

Oud for Glory – Lattafa (inspirado en Oud for Greatness de Initio)
Familia olfativa: Oriental amaderada con oud
Notas de azafrán, nuez moscada, lavanda, oud y pachulí.
Especiado, potente y místico.

Parfums de Marly – Layton
Cardamomo, manzana, vainilla y maderas. Un oriental moderno en toda regla.

Valentino – Born in Roma
Familia olfativa: Oriental floral moderna
Vainilla bourbon, jazmín y maderas. Más suave y dulce, pero perfectamente integrable dentro del espectro de los orientales modernos si se enfatiza su fondo.

Y no podemos dejar de mencionar otros clásicos como Opium, o nuevas creaciones como Imperium Noctis: Un aroma que abre con bergamota italiana, pimienta de Sichuan y coriandro, chispeante y especiado, para dar paso a un corazón floral voluptuoso donde la davana y el jazmín sambac se entrelazan con el cardamomo. Su fondo, profundo y lujoso, revela una fusión de oud, sándalo, tonka y ámbar. Un aroma inspirado en los códigos del perfume oriental moderno.


Etiquetas: Aromas, oriente, perfumes

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